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jueves, 11 de septiembre de 2014

Capítulo 53: La acción continua



(Narra Ryan)

12:36 a.m. No logro conciliar el sueño. Es demasiado tarde para llamar a nadie, pero sé que ella no puede dormir desde lo que pasó. Necesito hablarle, decírselo todo.
No aguanto más; marco su número y tras dos pitidos, contesta:

*Conversación telefónica*

Laura: Hola Ryan.
Ryan: Hola Laura. ¿Te he despertado? No podía dormir y pensé en llamarte e ir a dar una vuelta.
Laura: No, tranquilo. Estaba despierta, no puedo dormirme... En cuanto a la idea de quedar, me perece perfecto.
Ryan: ¿Nos vemos en veinte minutos en Hyde Park?
Laura: Perfecto, allí estaré.
Ryan: Adios.
Laura: Adiós -sonrío-.

*Fin de la conversación telefónica*

Me visto con unos jeans rojos, una camisa vaquera, ambas cosas remangadas; y unas deportivas blancas. Me arreglo el pelo, cojo las llaves y el móvil. Cierro la puerta y empiezo a andar.
Las noches de verano son algo frías en Londres, y a estas horas más aún.
Llego al parque en el que hemos quedado, quedan diez minutos para que sean las 12:56 a.m. Me siento en uno de los bancos a esperar a Lau, no tardará en llegar.
Froto mis manos y soplo para mantenerlas calientes, me empiezan a doler del frío. De repente, unas manos frías se posan en mis ojos haciéndome perder toda la visión. Coloco mis manos encima de las ya mencionadas.

Laura: Has llegado diez minutos antes de la hora en la que habíamos quedado -susurra cerca de mi oído-.
Ryan: -río- Tú también has llegado muy pronto.

Retira sus manos y se sienta junto a mi. Para ser de noche, Hyde Park está muy iluminado. Sus ojos están más azules que nunca. Dios, tiene la sonrisa más perfecta del mundo. Sólo existe ella, las luces la realzan su figura; parece un ángel.

Laura: Así que... No podías dormir, ¿eh?
Ryan: Pues no. He estado pensando y...
Laura: Uh... Pensar es malo -ríe, sonrío-. Bueno, hablame de lo que has estado pensando. Perdona por ser tan entrometida...
Ryan: Tranquila -reímos-. He estado pensando en todo lo que ha pasado... Lo de Cris... También que llevamos varios meses conociéndonos y... yo...
Laura: Tú, ¿qué?
Ryan: No es fácil...
Laura: Vamos, Ry, confía en mí -me sonríe dulcemente-.
Ryan: Está bien -sonrío-.
Laura: Bien, pues termina la frase.
Ryan: -me acerco a ella, sus labios quedan a milímetros de los míos. Finalmente, la beso. Mis manos sujetan su cara y las suyas las acarician. Me separo- ¿Quieres ser mi novia?

(Narra Noelia)

Hace varios días que Lou se fue a no se donde. Ni siquiera me dijo donde fue y yo aquí no conozco a nadie, no tengo amigos, ella es todo lo que tengo. ¿Es que le han adoptado? Espero que no, porque apenas se despidió de mi.

Me vuelvo a tumbar en su cama, abrazando su almohada y solo puedo pensar algo: ¿Qué pasara si algún dia la adoptan y a mi no? ¿o si me adoptan a mi y me voy lejos de ella? ¿y si llega el momento de que no volveré a ver a mi hermana mayor? Pero yo no quiero eso, yo quiero quedarme para siempre con ella.

Las lagrimas ya se acumulan en mis ojos y no puedo ver, cierro los ojos para que caigan los saquitos de agua y noto como el cansancio puede conmigo haciendo que me duerma.

~~~

Mi estómago empieza a rugir y eso es lo que hace que me despierte. Veo una chica a mi lado, pero no le veo la cara, la cual esta gacha. Su pelo es castaño y cae liso por su espalda. Lo acaricio.

Noelia: Lou...
…: -la chica se gira para verme, lleva un móvil en sus manos- No cariño. No soy Lou. Pero ella vendrá pronto.
Noelia: Eli... -la abrazo y me pongo a llorar-. La necesito aquí, conmigo.
Elisa: Shhh. Tranquila pequeña. Estará aquí en unos días. Tranquila.
Noelia: Elisa..
Elisa: Dime
Noelia: Quédate conmigo esta noche, por favor.
Elisa: -levanto la cara para mirarla, ella me sonríe y retira las lágrimas que corren por mi cara- Por supuesto Noe. Ahora, ve a lavarte la cara y vamos a cenar -me sonríe con dulzura y, por primera vez desde que se fue Lourdes, sonrío-.

(Narra Jasmín)

Estoy en el pasillo del hospital. Sola. Me han dejado sola. Creo que voy a reírme. Pero, ¿por qué? Que situación tan extraña. Empiezo a reírme sola y varias enfermeras me miran. ¿Queréis una fotito? Ufff.... Hace unos minutos, Luke y Ashton se fueron con Lou, para acompañarla a casa de Nicky.
Laura desapareció con Ryan hace cinco horas. Harry, Niall, Zayn, Louis, Michael y Calum se fueron los primeros para averiguar los conciertos que le quedan por Asia. Nicole y Jaiden también se fueron minutos después que Laura.

..: Ey, ¿qué haces ahí tirada?
Jasmín: ¿Eh? Ah, hola Arturo. Pues, estaba riéndome...
Arturo: ¿Sola?
Jasmín: Sí. A veces pienso que estoy loca.
Arturo: ¿A veces solo? -se ríe y le doy un palmetazo en el hombro, río con él- ¿Li aún está dentro?
Jasmín: Sí, creo que voy a ir a cambiarlo. Debe descansar.

Arturo asiente y yo entro en la habitación. Cuando veo la escena me quedo petrificada y solo puedo soltar un gritito. Liam y Cris se estan besando. ¡¡ESTÁ DESPIERTA!!

Arturo: ¿Qué pasa? -me coge de los hombros y yo señalo. Él abre la boca- Cris...
Cristina: Hola -dice con voz muy tranquila-.
Jasmín: Estas despierta... -empiezo a llorar y me acerco a ella. La abrazo y ella lo corresponde-.
Cristina: Sí, eso parece -ríe-.
Arturo: Mi pequeña tortuguita -la abraza-.
Cristina: Parece que llevo mucho tiempo dormida, me has puesto hasta un nuevo mote -reímos-.
Liam: Lo suficiente como para que nos demos cuenta de lo imprescindible que eres.
Cristina: Oww. Mi niño -lo besa-.
Jasmín: Se ven tan bonitos juntos -digo bajito para que sólo Arti me escuche-.
Arturo: Mucho.

(Narra Theressa)

No soportaba la idea de no verlo, así que le pedí a la madre de Troy que me dejara ir a España con la excusa de conocer a la chica que va a venir. La verdad es que no se que le da a esta mujer con eso de adoptar...
Pero me alegro, de esta manera conocí a Troy, es un chico genial... No se merece que su madre lo trate como si no fuera nada...
Sé que no voy a tener problemas con el idioma porque lo domino bastante bien.

Salgo de mis pensamientos y recojo las maletas. Pido un taxi de esos que hay fuera de los aeropuertos y le digo al conductor la dirección. Meto las maletas en el maletero con la ayuda de una mujer que hay allí atendiendo a los viajeros, pongo la maleta de mano junto a mi en el sillón trasero, subo y cierro. Me arreglo el vestido mientras me siento observada, levanto la cabeza y el señor me está mirando. Que asco, enserio.
Después de veinte minutos interminables, por fin llegamos al hotel en el que se aloja Troy.

Conductor: Son doce euros señorita.
Theressa: Creo que no debería ni pagarle, ¿no cree? Menudo viajecito... Tengo unas piernas bonitas, ¿eh? Enserio, que descaro.

Resoplo y entrego el dinero. Termino de sacar mis maletas y cierro de un portazo. Entro al hotel, y pregunto al recepcionista por la habitación de Troy. Me informa de que ha elegido una de matrimonio. Le respondo que me quedaré con él unos días, no se cuantos pero le pago por anticipado tres noches.
Subo ilusionada por el ascensor hasta la cuarta planta. Me dirijo a la habitación 270. Paso la tarjeta e inmediatamente la puerta se abre. Es una habitación muy elegante. Podría decir que reina el silencio, pero se escucha el grifo de la ducha y Troy cantando. Dejo las maletas al lado de una mesa y me acerco a la puerta del baño. Toco.

Troy: Si es el servicio de habitaciones, por favor pase dentro de una hora. Gracias y disculpe.
Theressa: -me río- ¿Puedo entrar?
Troy: ¿Tessa? -esta muy sorprendido-

Abro la puerta y me lo encuentro completamente desnudo. No lo pienso dos veces; me abalanzo sobre él y lo beso. Él enseguida me corresponde. Me separo y lo miro a esos ojos verdes que me tienen hipnotizada. De pronto, mira hacia abajo. Río.

Theressa: Tranquilo. Mejor te espero fuera.

Me giro para salir y me coge del brazo. Besa mi hombro desnudo por la camiseta de tirantes, para después pasar a mi cuello. Me gira, me mira y niega con la cabeza, para después besarme salvajemente.

Sin parar de besarle, salimos del baño. Empujándonos, buscamos la cama. Se separa de mi, me quita la camiseta y vuelve a besarme. Seguimos pasando por la habitación para encontrar la cama. Ya casi llegamos, Troy desabrocha el botón de mi short. Lo empujo, separándonos, y cae sobre la cama. Quedando yo, encima de él.
Me mira, mi mano pasa por su torso desnudo hasta llegar a su cara. Acaricio su pelo y lo beso intensamente.